Hoy dejo por aquí estas galletas decoradas con fondant, personalizadas para niños. Son perfectas para tener un detalle con los pequeñajos para su cumpleaños o cualquier otra fiesta infantil, porque además suelen ser los más agradecidos con estas cosas.
Lo digo por experiencia. Y es que hay una gran diferencia en el modo que recibe una galleta decorada un adulto y la forma en la que lo hace un niño...
Cuando un adulto recibe una galleta decorada
Si nunca han visto algo así, la expresión suele ser de asombro. Probablemente haya algún comentario en plan "¡Qué paciencia, chica!" "¡Qué manos tienes!" "¿De verdad esto lo has hecho tú?". Por supuesto, le da tantísima pena comerse la galleta que la guarda en su bolsita de celofán y acabará en un estante del salón junto a una figurita de lladró o un cenicero "recuerdo de Benidorm".
Cuando un niño recibe una galleta decorada
El niño flipa. Se le iluminan los ojos y dice algo así como "¡Haaaalaaaaa!!". Inmediatamente se vuelve hacia el adulto responsable más cercano implorando "¿Me la puedo comer yaaaaaa?". Desenvuelve la galleta con avidez, se despreocupa del envoltorio y antes de que te des cuenta, solo quedan las migas que le han caído en la camiseta.
¿Quieres comprobar lo mucho que les gustan las galletas a los niños? Pues no dudes en ponerte en contacto conmigo y estaré encantada de preparar algo que les deje boquiabiertos.
¡Hasta la próxima!
Yo he pasado por las dos fases pero a la inversa, la primera vez efectivamente las guardé hasta que se pusieron blanduchas...¡
ResponderEliminar¡La segunda no las dejé ni votar! ja,ja
Jaja tienes toda la razón con las reacciones!
ResponderEliminarBesos!
Y por cierto acertada la comparaciön con Sisifo, no has tardado ni un mes en volver a subir la piedra, ja,ja
ResponderEliminarQue lindas las galletas!!
ResponderEliminary claro que tienes la razón!
Proyecto Pastelito
Qué alegría que te den tanto la razón (espero que no sea como a los tontos...) ¡Gracias mil hermosas!
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