Pan Huargo de Pastel Caliente (receta de Juego de Tronos)

Cuando decía que la repostería y la gastronomía en general tienen mucho que ver con algunos de los temas que me apasionan me refería a este tipo de entradas. Que nadie se asuste, pero estas cosas son las que me hacen dar saltos por la cocina cantando y blandiendo el rodillo como si de una daga de vidriagón se tratase.

Ayer no se emitió Juego de Tronos porque era festivo en Estados Unidos: celebraban el Memorial Day (o Día de los Caídos). Los que estamos enganchados a la serie necesitamos algo que nos haga menos dura la espera hasta la semana que viene y da la casualidad de que revisando los primeros episodios de esta tercera temporada me topé con esta escena:

Es el momento en que Arya se despide de su regordete compañero, porque este ha decidido quedarse en la Posada del Hombre Arrodillado para trabajar en la cocina haciendo pan. En la serie, Pastel Caliente le regala a la pequeña un pan con forma de lobo huargo, que es el blasón de la casa Stark.

Y qué mejor manera de pasar el mono de Juego de Tronos de esta semana que haciendo mi propio pan huargo al estilo Pastel Caliente.

He aprovechado que tenía en casa un paquete de preparado para hacer pan que aún no había utilizado. Este en concreto lo venden en el Lidl y da buen resultado. Aquí está todo el proceso paso a paso:

Ingredientes

• 500 gr. de harina premezclada
• 340 ml. de agua templada

Si no tienes a mano una mezcla similar a la que he usado, solo hay que añadirle a la harina que prefieras una pizca de sal y levadura de panadero, fresca o liofilizada.

Elaboración

Vertemos la premezcla en un recipiente grandecito y añadimos el agua templada. Esto es importante: el agua no debe estar hirviendo, solo un poco caliente. Yo la he calentado unos 30 segundos en el microondas y ha sido suficiente.

Al principio removemos con una espátula o cuchara.

Cuando esté un poco homogéneo, pasamos a la mesa para amasar. Esta es sin duda la parte que más me gusta. Si tienes una amasadora fantástica como la de mi madre, esto no tiene ningún misterio: echas dentro la mezcla y la maquinita lo hace todo sola. Pero si solo cuentas con tus manos, las primeras veces puede ser un poco frustrante. Sobre todo porque al principio la consistencia es algo así:

Un consejo para el amasado: no te desesperes si ves la masa muy pegajosa, porque según la vamos trabajando gana elasticidad y al final deja de pegarse a los dedos. Aunque tengas la tentación de añadir más harina para hacerla más manejable, no lo hagas, porque si te pasas te puede quedar un pan-piedra en lugar de un pan de miga esponjosa y a ver quién paga luego la factura del dentista...

Amasamos durante unos 10 minutos, doblando la masa sobre sí misma y presionando con cuidado. Hay que ser delicados con la masa, nada de estirar hasta que se rasgue. Cuanto más rápido lo hagamos, menos se nos pegará a los dedos: agilidad pero con cariño.

Cuando esté suave y manejable, la dejaremos reposar en un bol aproximadamente una hora, hasta que doble su tamaño. La fermentación es mejor hacerla en un lugar con algo de calor. En verano la temperatura ambiente suele ser suficiente.

Sacamos la masa del bol con ayuda de una espátula (para que no se quede pegada) y le damos la forma aproximada que queramos conseguir. Yo la he dejado ligeramente alargada y sin demasiado volumen, para que se pareciera lo más posible al pan de Pastel Caliente.

Dejamos que repose por segunda vez, hasta que doble de nuevo el tamaño.

Vamos precalentando el horno, a 230-250º. Es recomendable introducir algo de humedad en el horno al principio. Puedes meter cualquier recipiente metálico resistente al calor y colocarlo en el suelo del horno para que vaya soltando vapor.

Mientras el horno coge temperatura, vamos haciendo los cortes finales, lo que sería el "greñado" en un pan normal. He intentado imitar la forma de huargo que hace Pastel Caliente, que será un lobo porque él lo dice... Quizás el muchacho sea un maestro del sabor, pero el realismo escultórico-panadero no es lo suyo. Así que además de recortar el perfil, he llenado la superficie de hendiduras para conseguir ese efecto rústicamente peludo del pan de la escena.

Justo antes de meterlo al horno, lo pintamos con agua o humedecemos la superficie con un pulverizador. Horneamos unos 15 minutos a la temperatura inicial y entonces bajamos la temperatura a 200º y lo dejamos una media hora más. El tiempo es aproximado porque cada horno es un mundo. El pan estará listo cuando al golpearlo suene a hueco.

¡Y este es el resultado!

No tiene nada que envidiar al que se lleva Arya... Y en un par de horas hemos hecho un homenaje a Juego de Tronos convirtiendo nuestra cocina en un lugar más acogedor para los frikis.

El pan al principio no es fácil de dominar, pero es cuestión de práctica.
¡Cuéntame si te animas a hacerlo!

(Por cierto, estoy enlazando esta receta a la fiesta de enlaces de personalización de blogs)